Para navidad mi hermana Nicole nos regaló a la Ale, a la Alondra y a mi unos ochenteros Pin y Pon. Los encontró en no se donde y se emocionó tanto que no se resistió y compró para todas. La única que no estuvo muy contenta fue la Alondra quien no entendió el regalo y luego, como se sentía ajena a nuestra emoción, decidió darles una oportunidad a estos monitos y se puso a jugar (no si antes cambiarle a su mamá el Pin y Pon que le había tocado a ella).
Mi hermana Nicole me dijo que este sería el primer adorno en nuestra nueva casa española, sea a donde fuese, y así fue. Sobre un toca discos noventero reciclado da de comer a sus amigas gallinas y a su vaca todos los días y de vez en cuando los sacamos a pasear, como en esta ocasión en que fuimos a visitar Sitges, una muy linda ciudad cerca de Barcelona...¡Quiero vivir allí!
Bauh Laus!
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